Aprovecho el fin del año para dar por finalizada también mi experiencia bloguera.

Hace tiempo que ya no me satisface escribir de la actualidad, porque no me gusta lo que pasa a mi alrededor y tampoco encuentro placer en hablar de mi misma, porque despues de tanto tiempo me he dado cuenta de que nadie me conoce y a nadie le importa un rábano, por otra parte.

Como también he comprobado que raramente se soporta al que discrepa, porque la tendencia es a mirarse el propio ombligo y no a la discusión y la discrepancia, sino que es un continuo loor al propio ego y a hacernos la ola entre cuatro amigos, cada vez me desagrada más incluso hacer comentarios que muchas veces no son bien recibidos por mi claridad al exponer mis propias opiniones, que puede ser que ofendan... Para evitarlo, también pliego.

Tengo que agradecer, no obstante, unas cuantas cosas que me han pasado en estos dos años: conocer a gente estupenda, que me han enseñado mucho; encontrar algún amigo perdido tras largos años; aprender a respetar las opiniones ajenas, aunque algunas veces no me han respetado las propias y eso también me ha valido de lección. Y que, a pesar de mis años, todavía pienso que todo el mundo es bueno y... que va, que va... y éso también es una lección.

Los españoles no tenemos remedio. Yo la primera, que nadie se dé por aludido, o que se dé, no me da más.

Un abrazo a los que me quieren, no sé muy bien por qué pueda ser, la verdad. Y para los que me quieren poco, un saludo.

Tengo muchos amigos de lo que se llama izquierda. La mayoría, porque cada uno se arrima a quien le entiende o quien concuerda con sus inquietudes.

La mayoría estamos muy desolados, nos sentimos básicamente muy solos porque no hay nadie en el espectro político que sea capaz de canalizar el descontento y la banalización de la política al uso.

La derecha no es que no tenga arreglo, es que no tiene remedio... pero lo peor es ver que las inquietudes de millones de ciudadanos no tienen representación en los líderes de izquierdas, que hace decenios no tenían tan a güevo la movilización del descontento. Y vemos que se dedican a sus rencillas "tradicionales". El mismo prurito, la misma "puretez" que nunca ha valido para nada. NUNCA JAMÁS. Porque mientras nos pegamos entre los progresistas, los conservadores se parten de la risa. La misma historia que cuando los comunistas censuraban sus propias proclamas... han pasado cien años y seguimos igual. Mientras la derecha acaba con la ética y con la perlética, nosotros nos pegamos entre nosotros, como buenos hermanos.

El "enemigo" es el otro. Cuando nos vamos a enterar de una vez. Leo y leo los post que escriben gentes afines a mis ideas y lo único que hacen es dar caña a la única izquierda, rosa, bastante rosada, es cierto, pero que tiene un ligero parecido a lo que pedimos... no dan caña a la derechona, no, dan caña al gobierno, que, maldita sea, me tiene bastante repodrida pero se parece ligeramente a lo que yo quiero, no lo que nos propuso y decretó durante 8 años el pseudofascismo que vivió España.

No tenemos una gota de inteligencia... y yo asumo la parte que me toca. Ellos están cagados de la risa que les damos.

Hace apenas unos pocos días, nos enteramos de que un puñado nada desdeñable de empresarios se habían repartido en sueldos, bonus, beneficios o como se les quiera llamar, centenares de millones de euros que fueron a parar, lógicamente, a sus cuentas corrientes. Muchos de esos empresarios son los que han presentado suspensiones de pagos, "eres", ajustes bastante cruentos, etc...





Pues bien, como no les parece suficiente reirse de los trabajadores que explotan desde tiempo inmemorial y joderles la vida mandándoles al paro, vuelven con la única idea que siempre han tenido: bajar sueldos a sus obreros o abaratar el despido, monotemáticos como todos podéis observar, gente ingeniosa e innovadora... para arreglar sus mansiones, comprarse el último modelo de yate, organizar el safari familiar, recorrer mundos nuevos o llenar los restaurantes de tropocientos tenedores y menú a 250 € por cabeza los sábados sabadetes.





Me asquean estos empresarios-tratantes, que para solventar la crisis española se van a buscar inversiones a la India, eso sí, avalados por la Presidenta de la Comunidad madrileña, a la que la crisis española le importa tres carajos y aconseja a sus amigos invertir donde aún quedan seres humanos por explotar, que aquí se dejan ya poco...




En un programa de humor de la tele están haciendo una campaña para apadrinar a un banquero. Yo les aconsejaría que ampliaran esa campaña para apadrinar también a cualquiera de nuestros grandes empresarios... ellos nunca lo harían por nosotros, solo somos su carnaza.