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Eso es lo que vale la vida de un hombre, la de su familia, la de su pasado y su futuro, la de sus sueños de una vida mejor... en el mundo LIBRE y confortable, con el que soñaba porque alguien le había dicho que eso era lo mejor, huir de sus raíces, huir de la miseria...
¡LIBRE? ¿Libre para qué? ¿Para morir en España? ¿Para descubrir que esa era la libertad tan proclamada?
Es descorazonador, ¿en qué estamos convirtiendo el mundo?
11 comentarios:
Me has ahorrado la entrada.
Un hombre se quema hasta la muerte. Su mujer se arranca los pelos a mechones, de desesperación, sentada en la acera. El hombre muere. Y yo me avergüenzo.
(Mis hijos estaban ante la tele cuando empezó el telediario, y no supe cómo explicarles lo que, por mi descuido, habian visto).
Mierda y mierda mil veces.
Es algo que me pregunto mil veces, qué demonios estamos haciendo. A veces pienso que el adjetivo "humano" debería ser peyorativo y “humanidad” tener connotaciones negativas, no positivas, pues nos comportamos como lobos con nuestros congéneres.
También quería resaltar otro punto. Quemaduras causadas por fuego en más del 70% del cuerpo es una condena a muerte, es casi imposible sobrevivir más de dos o tres semanas. Eso ya se sabía el mismo día de la tragedia, por lo que los medios de comunicación deberían haber sido más comedidos y “humanos” cuando trataron la noticia, que parecía un espectáculo para ellos, pero detrás había un ser humano y una familia. Otro día triste.
Lloro por esa familia destrozada.
Es terrible, me pregunto ¿qué tiene que pasar por la cabeza de una persona para tomar una decisión así?
¿Hasta qué punto puede llegar la desesperación?
Un mundo de intereses y de espectáculo. El dinero y el morbo mueven este mundo.
400 euros. Eso vale el infierno. Y para este pobre desgraciado sí que existió.
Salud y República
¿Y el espectáculo mediático?... repetido hasta la saciedad, telediario tras telediario, viendo la muerte en directo... es asqueroso... ¿dónde queda la ética del periodismo? ¿por qué tenemos que ver tanto dolor, retratando de manera impúdica a esa pobre familia que se equivocó de destino?
¿dónde ponemos el límite de la decencia?
Cada vez veo menos los informativos televisivos y cada vez leo menos los periódicos porque ese afán de dar espectáculo, digno de otro tipo de programación, es difícilmente digerible.
Blanca me has dejado sin palabras.
Besos y jazmines para vos desde Miami.Impactante tu escrito.
A veces pienso que no tenemos solución. En conjunto, me refiero...
Yo creo que, aparte de la tragedia privada, es muy errada la política periodística. Francamente, no sé qué pintan esas imágenes en las noticias. A mí me ha pasado lo mismo que a Gracchus. Estás poniendo la mesa, distraído, siguiendo las noticias, tu hijo anda por ahí y... No lo veo bien. Y hoy han hecho lo mismo con un chico de 17 años en Gaza y un atropello de un blindado. Y me han vuelto a pillar.
En fin.
Me ha gustado mucho tu blog!
Quiero darte la enhorabuena por él.
Un saludo afectuoso!!
Considero que no es la vida de este hombre lo que vale 400 asquerosos euros, ni su infierno, ni su inmenso dolor. Sin duda todo ello no tiene precio. Lo que vale 400 euros o menos, infinitamente menos, es nuestra inmunda y "humana" actitud, ante tanta y tanta barbaridad que a fuerza de repetirse descontroladamente ante nuestros ojos, día a día, nos hemos acostumbrado a verla como si de cualquier película de ficción se tratase.
Tal vez nos haga falta a todos, una buena "lavadita" bajo la lluvia.