Author: Blanca
•7:29
Cada día me pongo ante el escritorio vacío, con la idea de escribir sobre cualquiera de las muchas cosas que me preocupan y me ocupan. Y cada día desisto, porque casi nada de lo que vivo me agrada. El camino que transito suele repugnar mi inteligencia y mi sentimiento. Y vuelvo a salir porque lo único que me sale es el insulto, contagiada de mi entorno. Y no quiero caer en las bajezas que tienen tanta tendencia al contagio.

El caso es que vivimos en medio de la insolidaridad y el egoismo. La crueldad y la ambición. La mediocridad y la estulticia. ¿Alguien piensa en sus semejantes? Estoy convencida de que somos muchos los que abominamos de este entorno que nos machaca, pero ¿se puede hacer algo para revertir las situaciones a que nos está conduciendo este camino a la nada?

No tengo demasiada fe en el futuro. Poco me ayuda la lectura diaria de la prensa. Conocer lo que pasa es una vuelta de tuerca más a la desesperanza. El paseo por bitácoras amigas solo me reafirma en el convencimiento del gran desastre humano a que nos está llevando el "sistema". ¿Y qué hacemos? Solo hablar, o no hablar, como es mi caso, que cada vez apetezco menos los paseos. Cada vez quiero saber menos para no participar de este potaje infecto que nos ofrece la vida cada día.

Me refugio en mi familia, que a pesar de los íntimos defectos, aún me regala las pequeñas dosis de felicidad con las que vamos viviendo. Y así se escribe la cercana historia de las personas.

Pero no quiero que me gobierne este individuo.