Mis respetos a todos los que piensan que aún existe la Utopía, que aunque parezca un término legendario, romántico, trasnochado... sigue existiendo en la medida que luchemos por ella.
Quizá falten fuerzas a veces, cunda el desánimo y apetezca quedarte en el mínimo mundo de tu vida privada. Pero esa es la manera de matarla, de hacerla desaparecer.
Cuando las cosas se ponen tan negras y desapacibles como las que nos toca vivir, rodeados de lo peor en casi todos los terrenos, precisamente es el momento de sacar a pasear el ideal, con la íntima convicción de que alguien te escuche, te imite, te siga y recuerde lo mejor de sus años de ingenuidad juvenil. No es cuestión de convertirse en lider, nunca lo quise ser, no tengo pasta de ello, pero sí de recordar a quien lea lo que escriba que se puede ser mejor, que se puede luchar para conseguir un poquito de excelencia.
Cuando las cosas se ponen feas alrededor, siempre hay que buscarles el lado bueno, porque todas lo tienen, y que resplandezca más que la pura mezquindad de un mundo bastante feo.
Creo que me voy a encontrar en este viaje a mucha gente que piensa como yo y que no es utópico querer cambiar las cosas para mejorarlas, luchar por ello conduce a la UTOPIA, ese es el final del camino.... solo hay que andarlo.
4 comentarios:
Te leeré.
Besos.
Hola Blanca.
He llegado aquí desde el blog de Maripuchi.
No sé si este es tu estreno en Blogolandia. Si lo es, celebro mucho tu llegada. Si no lo es, también :-)
¿Cómo era aquello? Soyez réalistes, demandez l'impossible.
Bienvenida.
Muy bien... casi me hace llorar leer lo que escribiste, son de esas cosas a las que debemos recurrir, para cuando perdemos "la fe" de la utopía.