Despues de una temporada en barbecho por extremo cansancio, he decidido que este es el mejor momento para volver.

Cuando se tienen ganas de recuperar algún concepto perdido por dejadez o por apatía, por abusos exteriores incomprendidos, llegó la hora de hacer mío otra vez, si es que alguna vez lo tuve y no me perdí en babayadas, el amor a la patria, el amor a mi patria, a España.

Porque escucho discursos vacíos, miserables y llenos de mentira de los que hace mucho se adueñaron de mi patria y de mi bandera. Y no me da la gana de que sigan enarbolando esos símbolos para darme a mi y a todos mis compatriotas con el asta en la cabeza.

Y como hay un partido que aspira a gobernar a base de llevarnos a todos al abismo y yo me niego, tomo la parte de patriotismo que me toca, y la enarbolo y ya no me quiero callar, ya que los que se han llenado sus bocas de falso amor a nuestros colores han olvidado que son españoles y solo quieren poltronas para jodernos vivos.

Utopía vuelve con ganas de decir verdades, porque estoy muy harta de escuchar tantas mentiras, además de muy mayor.