Cuando uno se pone a escuchar a los dirigentes del PP proclamar que son el partido de los trabajadores, un escalofrío recorre nuestra espina dorsal.

Ese "mercado" del que todos hablan y que no tiene cara, NI cuerpo y con ello tampoco corazón, escucha a la oposición española y se tientan sus dineros pensando que despues de Zapatero vendrá la debacle, pero esa vez de verdad de la buena, porque al no decir más que tonterías, ¿quién se puede creer que ellos harán algo que merezca la pena a la mayoría? ... si es que por bueno se supone que sea las cosas que ofrecen, que no llegan ni para atender el hambre de dinero que sus promesas pueden conseguir y que repelen por su cinismo.

Si a eso se le añade el poco crédito que dan sus dirigentes, lo peor y más mediocre que ha dado la derecha española desde hace muchos años, ¿a quien pueden volver sus ojos los votantes? ¿Creeremos a Cospedal, adalid de la clase obrera y los pensionistas? ¿A Aguirre, confesando a sus conmilitones, muerta de la risa, que solo dice barbaridades? ¿A Aznar, el más antipatriota de todos los políticos que ha dado este "solar" patrio? Porque sí, España se parece cada vez más a un solar y los que alguna vez luchamos por cambiar la historia española, vemos desolados en qué va a quedar tanto sueño.