Hace ya una temporada, empieza a ser larguita, que apenas leo los periódicos ni escucho telediarios, ni siquiera me adormezco con Hora 25, tampoco los digitales, a los que echo una somera ojeada y me largo, la verdad.

Despues de pensar mucho en ello llego a la conclusión de que a la clase periodística les encanta los culebrones, sean del signo que sean: lo mismo es que Raúl vaya a la selección de futbol, como los paseos y arbolados de la conferencia episcopal.

Ahora toca "crisis". ¡Vaya filón, buenas gentes! Meses llevan aburriéndonos a todos, a la mayoría, me refiero, con lo que baja la bolsa, las ayudas millonarias de los diferentes gobiernos a los tiburones que están llevando al mundo a la ruina, lo que sufren los millonarios y los banqueros...

... por favor...

¿Por qué toda esa pléyade de periodistas, tan empeñados en hacernos ver lo mal que están las finanzas de los ricos, no se dedican a ilustrarnos de lo rematadamente mal que están las tres cuartas partes de la humanidad por culpa de todos los que hasta ahora mamaban y no lloraban?

Digo yo que los centenares de horas empeñadas en hacernos ver lo que sufren banqueros, constructores, agentes de bolsa, ingenieros financieros, gobiernos liberales, nuevos ricos engañados... etc... podrían dedicarlos a hablar de lo que toda la gente perjudicada por los anteriores tienen que soportar. A todos ellos, entre los cuales me incluyo, naturalmente, nos importaría bastante más que hablaran del tercer mundo, que cada vez somos más todos nosotros, el común de los mortales.

Si no lo hacen, y no lo hacen, dudando de que lo vayan a hacer, cada vez creeré menos en el periodismo y cada vez leeré menos diarios, escucharé menos los telediarios y me acordaré de los antepasados de una clase "muy privilegiada" que nos tienen aburridos, desencantados y, en mi caso, asqueada.