Author: Blanca
•20:09
Hoy tuve un intercambio de opiniones con un compañero blogero al que aprecio, viéndole con su carita y sus pelos de rasta en la foto que adorna sus entradas y sintiendo que estamos más cerca de lo que creemos en nuestros pensamientos e ideología, pero muy lejos en nuestro modo de ver las cosas.

Reconozco que soy una optimista genética. Siempre veo la botella medio llena y esta actitud me ha ayudado durante toda mi vida, que en muchas ocasiones no ha sido un camino de rosas, pero debido al carácter positivo con el que me levanto cada día de la cama, siempre he sido capaz de encontrar la luz cuando amenazaba nublado.

No sé de qué depende el sentir optimismo ante tantas cosas que nos afectan, a veces de una manera muy dura. Ha habido personas a lo largo de mi vida que han considerado que era una incosciente. Nunca lo he sido, todo lo contrario. Cualquier situación vivida, cualquier contratiempo, lo he tomado con la calma que muchas veces no merecía, pero mi máxima, tan conocida de "si tiene solución, ¿por qué te preocupas? y si no la tiene... ¿para qué te vas a preocupar?" me ha servido para tirar hacia adelante, aunque la dificultad me pareciera, en principio insalvable. Pero esa sensación de "gran problema" me dura medio minuto. Y muchas veces, esta solución fácil de grandes problemas ayudan a solucionarlos.

Hay quien piensa que un optimista es un pesimista mal informado. No estoy de acuerdo en absoluto, porque se soluciona mejor cualquier tipo de problema e incluso las realidades que la vida te va poniendo ante tus ojos con un ánimo positivo. Y ya no me refiero a la ayuda que puedes dispensar a los que están a tu alrededor, a las personas que quieres. Me refiero a uno mismo. Lo mío es una cuestión de egoísmo. Vivo mejor y soy más feliz siendo optimista.

A un optimista nada se le pone por delante, tiene fe en el presente y en el futuro y si vienen mal dadas porque la vida a veces es tozuda, el malestar le dura un segundo. El optimista nunca cae en depresión... puntazo... ni en el escepticismo... ni en el cinismo... como le pasa a mi querido Montgolfier ... gran tipo con el que discuto a veces por nuestra forma de ver las cosas. Y al tener la lágrima fácil las penas duran un suspiro.

Creo que mis hijos han heredado mi condición... es lo mejor que he podido hacer en la vida, legarles el que vean siempre el lado bueno de las cosas, que todas lo tienen... y a creer que la Utopía está al alcance de nuestras manos si la luchamos.
This entry was posted on 20:09 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

3 comentarios:

On 17 de abril de 2007, 21:21 , rosamari dijo...

Bién, bién coño, bién, aunque no siempre es igual de fácil para otras personas.

 
On 17 de abril de 2007, 22:45 , El Hermano Montgolfier dijo...

Es por tu optimismo por lo que te envidio (sanamente). Pero no te creas, que aún pesimista como soy, siempre luciré una sonrisa.

Un beso

 
On 18 de abril de 2007, 12:51 , Maripuchi dijo...

Cuando las cosas dependen del carácter no es fácil.
El carácter de un adulto, yo creo que viene marcado en parte por la genética y en otra parte por la experiencia.

Creo que he tenido suerte con el mío.

Besotes