Author: Blanca
•9:33





Si te levantas suficientemente pronto y tienes la suerte de tomar el primer café del día en un balcón-terraza sobre el Parque Ribadavia, en Caballito, podrás ver, ya de buena mañana, una frondosidad de árboles que jalonan los caminos y el cesped, perfectamente cuidados, de un remanso en el puro centro geográfico de la ciudad de Buenos Aires y sus buenos ciudadanos haciendo carreras, tai-chi, yoga o cuantas ofertas aeróbicas existan, antes de irse a trabajar.






Puede uno planificar el día con tranquilidad, porque las posibilidades, cuando se tiene tiempo para perder, son interminables... a ver, que podemos hacer hoy...






Voy a caminar por la avenida Ribadavia y tomar un "colectivo" para ir a la avenida Callao con Corrientes. Allí buscaré un café de los muchos que abundan en la ciudad para tomarme el segundo cafecito del día, acompañado de una medialuna de manteca o grasa, según te guste el dulce o el salado y que son marca de la casa. Te dará fuerza para pasear por Corrientes, ver alguna de las múltiples librerías y teatros que jalonan esta calle tan tanguera. Podrás comprarte un buen montón de buenos libros por 50 € al cambio, mientras revuelves estanterías o te dejas asesorar por cualquiera de los empleados de esos paraísos de papel impreso... quizás tengas que apartar al gato que tiene su cama en cualquiera de las góndolas atestadas de literatura, rey de la casa, que seguro nos hablaría si pudiera de toda la cultura en la que ha reposado.






Como seguramente voy a tardar bastante en esta búsqueda y recorrido, se habrá hecho la hora de comer. Quizás el restaurante Chiquilín me pueda ofrecer un buen bife de chorizo o una pasta recién elaborada para que pueda seguir el paseo hasta la 9 de Julio, la calle más ancha del mundo, y pasear por ella en dirección al Bajo, cerca del río que tanto me hace disfrutar, mientras contemplo los palacetes, como el Club español, embutidos entre rascacielos, seña de identidad de la construcción bonaerense, casas enormes trufadas con chalecitos, diferentes alturas aparentemente caóticas pero que a mi me encantan en su falta de uniformidad que hacen que esta ciudad sea tan loca.






Lo que voy a hacer a partir de este paseo, lo contaré en otra ocasión.
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4 comentarios:

On 10 de abril de 2008, 10:19 , Czar dijo...

I wish I could go to Argentina someday. I wanna see the fine sights in Buenos Aires and Cordoba.

http://vjczar.blogspot.com/

 
On 10 de abril de 2008, 18:05 , RGAlmazán dijo...

Bueno Blanca, acabo de pasear por Buenos Aires contigo, un placer. Ya veo que apenas vuelta sientes nostalgia tanguera.

Salud y República

 
On 11 de abril de 2008, 7:40 , Adivagar dijo...

Buenos Aires es una de las ciudades que tengo más interés por conocer. Todo el que va me cuenta maravillas, me habla de ciudad monumental y cosmopolita, pero que guarda un ambiente acogedor y melancólico. Algún día me pasearé por esas calles, Blanca. Un saludo.

 
On 16 de abril de 2008, 21:10 , Dardo dijo...

Que estampas tan agradables querida Blanca. Lo del gato (tan gatuno yo) me ha llegado al alma. Un recorrido lleno de frescura. Me voy a subir por las paredes de envidia. Te "odio" -en expresión de Balzac- como sólo los negros saben odiar (-calladamente- por miedo al amo en los tiempos de la esclavitud). Un beso guapísima. Me ha encantado esta reseña tan colorista.