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Hoy tiene lugar un concierto de apoyo y solidaridad al Servicio de Urgencias del Hospital Severo Ochoa, de Leganés, que sufrió en sus carnes en el 2005 la falta de escrúpulos y la sinrazón del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, apoyado en todo momento por la Presidenta Esperanza Aguirre. Han pasado dos años y aún tenemos que reunirnos para solidarizarnos por algo que no admite el más mínimo análisis.
Los que alguna vez hemos pisado el suelo por donde caminan los médicos que practican su profesión con honor y deontología, los que hemos agradecido que nuestros seres queridos en sus últimas horas de vida no sufrieran porque ese médico que atiende el final tiene asumido que ellos están para curar o para aliviar el dolor, nos solidarizamos con el Dr. Luís Montes y los miembros de su equipo que sufren aún las consecuencias de una politización y abuso por parte de quien debiera protegerles y que ha cambiado sus vidas de una manera indecente.
Hoy nos reuniremos en la cubierta de Leganés, los que creemos que en política no vale todo, que los médicos son la esperanza de los pacientes y la solución a las penas de sus familiares. ¿Alguna vez serán capaces los carroñeros de la política de sentir empatía por sus semejantes?
Los que alguna vez hemos pisado el suelo por donde caminan los médicos que practican su profesión con honor y deontología, los que hemos agradecido que nuestros seres queridos en sus últimas horas de vida no sufrieran porque ese médico que atiende el final tiene asumido que ellos están para curar o para aliviar el dolor, nos solidarizamos con el Dr. Luís Montes y los miembros de su equipo que sufren aún las consecuencias de una politización y abuso por parte de quien debiera protegerles y que ha cambiado sus vidas de una manera indecente.
Hoy nos reuniremos en la cubierta de Leganés, los que creemos que en política no vale todo, que los médicos son la esperanza de los pacientes y la solución a las penas de sus familiares. ¿Alguna vez serán capaces los carroñeros de la política de sentir empatía por sus semejantes?
10 comentarios:
Muy interesante. te dejo un beso
Cuanta tristeza en tu escrito...esas cosa duelen en el alma
Esta tarde estaremos todos en la cubierta, desde luego que nos duele a todos.
Abrazos.
Pues mucho ánimo y espíritu de lucha...
Considerad que éste de provincias y muchisimos mas, estaran en espiritu con vosotros.
Es una veerguenza que buenos profesionales esten con apuros, únicamente porque hubieran intentado hacer por la medicina pública lo que se ha hecho de siempre en la privada: intentar eliminar el máximo de dolor, aunque eso signifique adelantar unos dias la muerte...y aqui tambien tiene la culpa la hipocresía de la iglesia
Lamento no poder ir, estoy fuera de Madrid. Sin embargo, hubiera ido encantado y además con muchas ganas por cambiar los resultados de los sondeos. Mi solidaridad si estará allí.
Salud y República
Cuando le descubrieron el cáncer, en mayo, tenía el 90 % del hígado invadido.
Le dieron seis meses de vida. En noviembre, los médicos nos plantaron: Hay que escoger entre dos meses más de vida entre alaridos de dolor, o quince días en paz.
Mi madre, mi hermano y yo escogimos, en el nombre del amor.
Al consejero Lamela le deseo una vida muy larga, y una muerte muy larga también.
Estuve en Leganés. Emocionante, gratificante, mucho espíritu solidario y bastante guerrero. !A por ellos¡
Querido Gracchus, creo sinceramente que quien más quien menos ha vivido eso mismo en su propia familia, y en lo profundo de su corazón nadie con conciencia debería pensar lo contrario, salvo que el cinismo que ahora impera les obligue a pronunciar un discurso inhumano.
Mi madre sufrió un infarto intestinal. Era la primera vez en mi vida que oía semejante cosa, pero el hecho cierto es que tras ese infarto quedaban horas de sufrimiento terrible sin solución vital. Mi hermana y yo le dijimos al Jefe de Urgencias del Hospital donde la llevamos (evidentemente no te voy a decir cual era, porque no quiero que nadie tenga represalias por ser buen médico y persona humana), le dijimos que por favor, lo único que le pedíamos es que no sufriera, ya que tenía que morir en breve plazo. Tomó buena nota, nos dijo que no nos preocupáramos por nada... y al poco tiempo dormía plácidamente... así estuvo hasta su fallecimiento unas 10 horas despues... y yo nunca agradeceré bastante a ese servicio médico que ayudó a bien morir a una anciana de 84 años que no se merecía sufrir como un perro al final de su vida porque haya personas sin conciencia ni escrúpulos que, en nombre de no se sabe qué, prefieran que mi madre, tu padre y tantos como ellos deban morir sin dignidad y entre sufrimientos atroces.
Te mando un abrazo, así como a todos los médicos que dan su vida y ponen en riesgo sus profesiones porque piensan que lo que tienen entre manos son seres humanos y no trozos de carne.
Utopía, te quiero.
Gracias a todos aquellos que ayudan y tratan a sus semejantes como seres humanos.
Tengo el ejemplo contrario, pero yo si estaba allí.