1-M
Author: Blanca
•7:29
Feliz Día del Trabajo a tod@s.

No por ser una historia conocida es menos interesante refrescar la memoria y nunca olvidar las reivindicaciones de los pueblos que costó conseguir sangre, sudor y lágrimas y a lo que no debemos renunciar. Y recordar tambien quién dió los pasos para lograr que el hombre dejara de ser esclavo para convertirse en ser humano.

El Día internacional de los Trabajadores, Día del trabajo o el Primero de mayo, es la fiesta por antonomasia del Movimiento obrero mundial.
Desde su establecimiento en todos los países por acuerdo del Congreso Obrero Socialista celebrado en París en 1889 es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago que fueron ajusticiados por su participación en las jornadas de lucha por consecución de la jornada laboral de ocho horas que tuvieron lugar en Estados Unidos con la huelga general que se inció el 1 de mayo de 1886, hecho que constituye que la celebración se lleve a cabo en esa fecha. El suceso concreto de los Mártires de Chicago, también conocido como la Revuelta de Haymarket en Chicago, tuvo lugar realmente tres días más tarde, el 4 de mayo de 1886.
Curiosamente en Estados Unidos no se celebra esta conmemoración. Allí celebran la Fiesta de los que trabajan el primer lunes de septiembre que se viene celebrando desde 1882 a propuesta del dirigente Peter J. Mac Guire de la Central Labor Union. Esta celebración ha sido apoyada e impulsada por los patrones y gobierno para eclipsar sentido real del 1º de mayo.

La reivindicación de la jornada laboral de ocho horas
Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores era la jornada de ocho horas. El hacer valer la máxima ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa. En este contexto se produjeron varios movimientos. En 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de ocho horas. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más de diechiocho horas, salvo caso de necesidad. Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de dieciocho horas diarias debía pagar una multa de veinticinco dólares.
El movimiento sindical en Canadá inició una campaña similar a partir de 1872 a favor del día laboral limitado y de los derechos sindicales, que se obtuvieron en la década de los 1870 en ese país.
La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, pero tenía más preponderancia la American Federation of Labor (Federación Estadounidense del Trabajo), de origen anarquista. En su cuarto congreso, realizado el 17 de octubre de 1884, había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas. En caso de no obtener respuesta a este reclamo, se iría a una huelga. Recomendaba a todas las uniones sindicales a tratar de hacer promulgar leyes con ese contenido en todas sus jurisdicciones. Esta resolución despertó el interés de todas las organizaciones, que veían que la jornada de ocho horas posibilitaría obtener mayor cantidad de puestos de trabajo (menos desocupación). Esos dos años acentuaron el sentimiento de solidaridad y acrecentó la combatibilidad de los trabajadores en general.
En 1886, el presidente de Estados Unidos Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, estableciendo las ocho horas de trabajo diarias. Al poco tiempo, diecinueve estados sancionaron leyes que permitían trabajar jornadas máximas de ocho y diez horas (aunque siempre con cláusulas que permitían hacer trabajar a los obreros entre catorce y diechiocho horas). Las condiciones de trabajo eran similares, y las condiciones en que se vivía seguían siendo insoportables.
Como la Ley Ingersoll no se cumplió las organizaciones laborales y sindicales de Estados Unidos se movilizaron. La prensa calificaba el movimiento en demanda de las ocho horas de trabajo como "indignante e irrespetuoso", "delirio de lunáticos poco patriotas", y manifestando que era "lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo".]

La convocatoria de huelga
La Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (la principal organización de trabajadores en EE.UU.) remitió una circular a todas las organizaciones adheridas donde manifestaba: "Ningún trabajador adherido a esta central debe hacer huelga el 1° de mayo ya que no hemos dado ninguna orden al respecto". Este comunicado fue rechazado de plano por todos los trabajadores de EE.UU. y Canadá, quienes repudiaron a los dirigentes de la Noble Orden por traidores al movimiento obrero.

En la prensa del día anterior a la huelga, el 29 de abril de 1886, se podia leer: "Además de las ocho horas, los trabajadores van a exigir todo lo que puedan sugerir los más locos anarco-socialistas". El New York Times decía: "Las huelgas para obligar al cumplimiento de las ocho horas pueden hacer mucho para paralizar nuestra industria, disminuir el comercio y frenar la renaciente prosperidad de nuestra nación, pero no lograrán su objetivo". El Filadelfia Telegram decía: "El elemento laboral ha sido picado por una especie de tarántula universal y se ha vuelto loco de remate: piensa precisamente en estos momentos en iniciar una huelga por el logro del sistema de ocho horas". El Indianápolis Journal decía: "Los desfiles callejeros, las banderas rojas, las fogosas arengas de truhanes y demagogos que viven de los impuestos de hombres honestos pero engañados, las huelgas y amenazas de violencia, señalan la iniciación del movimiento".

El 1° de mayo de 1886 200.000 trabajadores iniciaron la huelga, mientras que otros 200.000 obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro.
En Chicago donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peor que en otras ciudades del país las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. La unica fabrica que trabajaba era la fábrica de maquinaria agrícola McCormik que estaba en huelga desde el 16 de febrero porque querían descontar a los obreros una cantidad para la construcción de una iglesia. La producción se mantenia a base de esquiroles. El día 2 la polícia había disuelto violentamente una manifestación de más de 50.000 personas y el día 3 se celebraba una concentración en frente sus puertas, cuando estaba en la tribuna el anarquista August Spies sonó la sirena de salida de un turno de rompehuelgas. Los concentrados se lanzaron sobre los scabs (amarillos) comenzando una pelea campal. Una compañía de policías, sin aviso alguno, procedió a disparar a quemarropa sobre la gente produciendo 6 muertos y varias decenas de heridos.
El redactor del Arbeiter Zeitung Fischer corrió a su periódico donde proclama (que luego se utilizaria como principal prueba acusatoria en el juicio que le llevó a la horca) imprimiendo 25.000 octavillas. La proclama decía:
Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza!¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria.Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo.Es la necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!.Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden...¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís!¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!.
La proclama terminaba convocando un acto de protesta para el día siguiente, el cuatro, a las cuatro de la tarde, en la plaza Haymarket. Se consiguió un permiso del alcalde Harrison para hacer un acto a las 19.30 en el parque Haymarket donde se produjo la famosa Revuelta de Haymarket.]

A lo largo del siglo XX, los progresos laborales se fueron acrecentando con leyes para los trabajadores, para otorgarles derechos de respeto, retribución y amparo social. En la última década del siglo esos progresos retrocedieron bajo la influjo del neoliberalismo.
En la actualidad, casi todos los países democráticos rememoran el 1º de mayo como el origen de movimiento obrero moderno. Estados Unidos, el Reino Unido y Andorra son los únicos países importantes del mundo que no lo recuerdan. A día de hoy no hay ninguna placa ni monumento que recuerde a los trabajadores en el parque Haymarket Square de Chicago. Sino todo lo contrario, hay un monumento que recuerda a los policías que reprimieron a los trabajadores aquel día.
En 1954 el papa católico Pío XII apoyó tácitamente esta jornada de memoria colectiva al declararla como festividad de San José Obrero. Últimamente se viene denominando a esta día como Día Internacional del Trabajo.
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6 comentarios:

On 1 de mayo de 2007, 8:25 , Maripuchi dijo...

En el libro Historia de las Civilizaciones y del Arte, de la editorial Anaya, de 1ºBUP, se apuntan como causas del movimiento obrero las siguientes:
Jornadas laborales de 12 horas.
Trabajo de mujeres y niños.
Condiciones peligrosas e insálubres.
Ninguna estabilidad laboral.
Falta de Seguridad Social.
Salarios insuficientes.
Mala alimentación.
Viviendas míseras.

Dos siglos después, seguimos en la misma línea. Es tremendo.

PROLETARIOS DEL MUNDO: UNÍOS.

 
On 1 de mayo de 2007, 9:47 , Blanca dijo...

Pues sí, corazón, es así de lamentable, por eso la lucha no puede parar... ay de aquél que olvide de donde viene, ay de aquél que se desclase sin contrapartida... ay del pobre obrero de derechas, ciego entre los ciegos...

 
On 1 de mayo de 2007, 10:29 , RGAlmazán dijo...

Aunque estoy lejos del mundanal ruïdo, aquí estoy. Me encuentro en mi segunda residencia lejos de la civilización y sin internet (esa es la única putada). Tengo que bajar a diez quilómetros para poder entrar en un local con Internet. Pero no puedo por menos que recordar el 1º de Mayo.

Es verdad que se han conseguido muchos avances, pero también lo es que hay mucho por conseguir. Entre lo más destacable por obtener está contratación fija. La lacra mayor es la eventualidad que significa precariedad económica con la espada de Democles siempre encima y además es el mayor factor que contribuye a los accidentes de trabajo. Mil muertos al año en el tajo.

Mientras sigamos así, el 1º de Mayo ha de ser un día de reivindicación permanente. Aunque desgraciadamente cada vez va menos gente a las manifestaciones y es una pena ver las de ahora y compararlas con las de hace veinticinco años.

Salud y República

 
On 1 de mayo de 2007, 12:03 , rosamari dijo...

Hay temporadas en que parece que el mundo del trabajo está tranquilo. Como si no hubiera nada por lo que seguir peleando.

No bajemos la guardia, cada tiempo trae sus problemas, sin olvidar los que todavía permanecen.

Jornada laboral
Salario
Seguridad en el trabajo
Acoso
Mouving ...

 
On 1 de mayo de 2007, 21:40 , Gracchus Babeuf dijo...

Blanca, creo que tu post nos recuerda lo que no debemos olvidar. ¿Cuánta gente hay en España con jornadas laborales superiores a las ocho horas?
¿Cuántos sin derechos sindicales?
¿Y la estabilidad? ¿Y la seguridad en el trabajo?
¿Nos queda algo por lo que luchar?

 
On 3 de mayo de 2007, 9:53 , Caty Cordero dijo...

Totalmente de acuerdo con Gracchus Babeuf...por desgracia.