Author: Blanca
•8:18
Acabo de leer en los periódicos gratuitos que se reparten a la entrada del metro de Madrid un comentario sobre el porcentaje de españoles racistas que existe en nuestro país: hablan del 65%.

Antes de sacar ninguna conclusión, echo la vista atrás hacia nuestra historia. España es un país de inmigrantes desde su nacimiento. Tierra de arribo de diferentes razas y culturas, desde los íberos, suevos, vándalos y alanos, pasando por fenicios, godos, celtas, romanos, árabes y judíos... Toda la historia española se basa en esa mezcla de culturas que es lo que le ha dado su seña de identidad y también era parte de su bagaje más positivo.

Cuando la intransigencia que lleva aparejada la unión del poder político con el religioso, allá por el siglo XV, consideró que la mitad de los españoles sobraban por no compartir su ideología, empezó a fraguarse la decadencia moral a que están abocados los pueblos que consideran que parte de sus compatriotas sobran.

En el siglo XIX y "gracias" a las guerras civiles provocadas por una monarquía excluyente, siguieron sobrando los opositores. Se consideraba antiespañol al que no comulgaba con las ideas del que mandaba en cada momento y empezaron las emigraciones, primero de los intelectuales y más tarde de mucho pueblo llano que vivía en una miseria propiciada por el mal gobierno que tradicionalmente ha practicado la derecha reaccionaria, más cercana a los intereses de unos pocos que al bien común de toda la nación.

¿Y donde fueron los que se tuvieron que marchar? La mayor parte de ellos fueron a América y nutrieron los países en los que recalaron. Comenzaron una nueva vida y nadie les preguntó su nacionalidad. Fueron bien recibidos y construyeron una sociedad mezclada y fértil, igual que España había sido en el pasado.
El siglo XX trajo más emigración, lamentablemente por los mismos motivos, económicos y políticos, todo ello aderezado con una guerra civil que aún nos late y que muchos se empeñan en que no se olvide.

Esta nueva corriente migratoria volvió a recalar en América. Fueron nuevamente bien recibidos y volvieron a ayudar a sus países de acogida a crecer y a prosperar. Lo que no pudieron hacer en España por sus ideas políticas o por falta de oportunidades económicas lo volcaron en numerosos países de acogida.

Y ahora, cuando el devenir de la historia ha obligado a invertir la tendencia del flujo migratorio, cuando son millones los americanos que tienen que huir de la miseria a que les han llevado regímenes corruptos o la indeseable globalización (marca registrada de los tiempos), cuando muchos de los descendientes de aquellos que se fueron vuelven a lo que llaman "madre patria", cuando quieren ser acogidos de manera similar a como ellos acogieron en su día... ahora resulta que los españoles nos hemos vuelto racistas...

Hay muchos signos de que gran parte de la ciudadanía ha olvidado su historia, muchas veces jaleados por políticos sin conciencia. Y los que olvidan su historia están condenados a repetirla. Y repetir esa historia plagada de indecencia en forma de intransigencias, guerras civiles, inquisición y falsos salvadores, es terrible para la mayoría, que como yo, deplora los nacionalismos sean del signo que sean, porque abocan a los pueblos a la mayor de las injusticias, como es la exclusión de parte de sus habitantes por razón de raza, credo o condición económica.
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5 comentarios:

On 22 de marzo de 2007, 12:41 , Caty Cordero dijo...

Lo triste es que en nuestro país, muchos de los que enarbolan la bandera del racismo son los que en su día tuvieron que salir con una mano delante y otra detrás huyendo de la miseria en los primeros años de posguerra (o sus más directos descendientes).

Luego está el gran mito de "nosotros nos fuímos a Alemania con los papeles en regla y con todo en orden" (eso merecería un post aparte).

¿Cómo reconocer a una persona racista? Cuando dicen eso de "Yo no soy racista pero..."

No falla.

Un saludo.

 
On 22 de marzo de 2007, 13:29 , Blanca dijo...

Pues sí, Caty, así es. Tengo muy claro el racismo del que pregona su antirracismo, así como de los que dicen "soy apolítico"... esos, invariablemente son reaccionarios de derechas.

Y es cierto, cuando los españoles marcharon a Bélgica, Alemania, Francia, etc... en los años 60, huyendo de la miseria, muchos de ellos fueron sin papeles y podrían escribir enciclopedias sobre las penurias, trabajos que nadie quería, sueldos míseros y dramas, porque a todo lo anterior se unía el desconocimiento del idioma, cosa que a los que fueron a América durante el siglo pasado y buena parte de éste no les ocurrió.

Y es muy lamentable que los españoles se hayan olvidado de esa parte de su historia, porque todos hemos tenido o familiares o conocidos que han vivido el drama de la emigración.

Nadie se va de su tierra si no es por un motivo muy poderoso. Ya lo dijo León Gieco en su canción "Solo le pido a Dios", absolutamente vigente a pesar de los años que han pasado desde que la escribiera.

Hay también un tango, "Cambalache", escrito a principios del siglo pasado que parece escrito anteayer. Y, qué quieres que te diga, pienso que la humanidad no aprende de sus errores, por eso los repite y los repite....

 
On 22 de marzo de 2007, 13:39 , Maripuchi dijo...

Precisamente el gran problema del racismo es que la inmigración no se mezcle con los habitantes del país donde va. A partir de ahí se forman guetos, cuna de delincuencia y demás.

Vivo en una ciudad donde un 7.5% de la población es inmigrante. Aquí, en general, los inmigrantes conviven normalmente en barrios donde viven los oriundos del lugar. Los niños van a las mismas escuelas (ésto no pasa así en otras ciudades). Y la convivencia es excelente y enriquecedora.

 
On 22 de marzo de 2007, 15:05 , RGAlmazán dijo...

Muy buena la entrada y me ha gustado también el comentario de Caty Cordero, que ha dado en el clavo.

La historia se repite. Indudablemente. Nos acogieron mal en Europa en el siglo XX y parece que queremos que ocurra lo mismo con los que ahora llegan aquí. En fin, hagamos lo posible desde cada uno de nosotros para que no sea así. No sé que más se puede hacer para cambiar a tanto racista.

Salud y República

 
On 22 de marzo de 2007, 19:13 , Mr. Hyde dijo...

Me ha encantado tu post, debo admitir que es correcto en todo, y que es triste que ese porcentaje del que hablas alcance esos niveles. Además, más allá de las cifras, existe ese racismo soterrado, ese que ocurre cotidianamente: "No me cae mal esa gente, pero ellos en su sitio y nosotros en el nuestro", que por invisible es una lacra aun más preocupante.

Y por cariño a la Historia, sobre todo en lo referido a la Antigüedad, me permito discrepar acerca de ese multiculturalismo que supuso la mezcla de culturas en nuestra tierra. Lo ciert es que en aquella época, la mayoría de pueblos (sobre todo el romano, y si no que se lo digan a etruscos y cartagineses) prefería relacionarse con los otros a base de espada y fuego. Con excepciones por supuesto, pero esos precisamente preferían someter mediante el siempre presente y constante abuso del vil metal (ah, la pecunia, ese sí que es un problema).